A finales del gobierno aprista, el Ministerio de Salud a través de la Digemid, dispuso el cambio del Petitorio Nacional de Medicamentos, ordenándose a través de esta modificatoria, entre otros, que las entidades de Salud del sector público únicamente pudieran adquirir en sus procesos de contratación, oxígeno medicinal en la medida que su grado de concentración fuese del 99% o superior.
En este punto es pertinente recordar que, previamente a esta modificación, las compras del oxígeno por parte del Estado se soportaban (conforme así lo disponía en ese momento el petitorio vigente) en función a lo dispuesto por las farmacopeas americana y europea, que calificaban (y siguen calificando) como oxígeno medicinal a aquellos productos cuyo grado de concentración del fuese igual o superior al 93%.
Este cambio en el petitorio calificando al “oxígeno medicinal” con un grado de concentración del 99% y no del 93 % o más, tuvo como único efecto favorecer a las 4 empresas transnacionales proveedoras de oxígeno medicinal quienes a través de sus procesos lograban obtener un grado de concentración superior al 99% restringiendo la participación en el mercado de la salud a cientos de pequeños operadores competidores quienes a través de la tecnología que aplicaban a sus procesos de producción de oxígeno tan sólo obtenían valores que bordeaban los 95% de concentración de dicho elemento y que en farmacopeas mucho más avanzadas que la nuestra (EE.UU. y europea) reconocían a estos valores como totalmente aptos para ser empleados en el campo de la salud.
Este hecho, por demás ILEGAL y ARBITRARIO, fue advertido y denunciado por un grupo de afectados a través de una acción de “barreras de acceso al mercado” presentado ante el Indecopi y lográndose, durante el gobierno de Humala, una resolución final dándoles la razón, declarándose ilegal y con vicios de irracionalidad la citada Modificación al Petitorio efectuado por el Minsa.
Pese a esta victoria, ni el gobierno de Humala, ni el de PPK y, menos aún, en el actual se hizo algo para corregir esta irregular situación evidenciada desde años atrás ante el Indecopi.
Esta desidia de nuestros gobernantes ha generado que el mercado de la producción y comercialización del oxígeno medicinal esté confinado a un reducido número de actores siendo éste el origen del problema de abastecimiento del que HOY EN DÍA estamos padeciendo.
Ojalá estos hechos sean ahora sí tomados en cuenta por las respectivas autoridades (Minsa/Digemid) modificándose de una vez el petitorio único de medicamentos como corresponde (fomentándose nuevamente la participación de nuevos actores en este mercado) y de esa manera evitemos que vuelva a repetirse una situación de escasez de este vital producto que hoy en día está poniendo en riesgo la vida de miles de peruanos.
Rafael Torres Morales – Socio Principal Torres y Torres Lara Abogados